LA PLEGARIA
Una tarde dejé atrás mi valle,
hundido entre dos montañas,
cubiertas por un manto de
nieve blanca.
En la lejanía sonó una campana.
El din dan fue resonando en mis
oídos,como una plegaria.
Cuando era niño rezaba.
A mi mente acudió mi pasado,
no aún muy lejano.
La campana sonaba y de mis labios
salió una oración que se elevó
Para pedir perdón a Dios.
A.R.G.
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