La mañana transcurrió más o menos
como siempre, a la una y media lo tenía todo hecho y estaba arreglada, sonó el teléfono,
mis hijos no venían a comer.¡ Jo! que fastidio no me gusta comer sola, sonó el
timbre de la puerta. Era mi amiga de Osorno, acababa de llegar y me invitaba a
comer..
Dimos
una vuelta por Zara. Mango, ella se compró un chaquetón precioso era
azul con botonadura doble y en el cuello y puños llevaba piel, que se
podía quitar, su precio eran 119 euros, ahora solo costaba 69 euros,
también se compró una gabardina ideal, super barata. esto fue en Mango,
en Zara se compró dos vestidos de 19 euros, una camisa de 12, y un bolso
sùper bonito por 34 euros, .En realidad hoy había venido a comprar de
rebajas, por la tarde seguiríamos la ronda, pues quería unos zapatos y
tal vez si encontrase unas botas que la gustasen mucho se las compraria,
estas no las necesitaba pero las que tiene no la gustan mucho y dice
que son muy incomodas, pero después de usarlas un año yo creo que se ha
cansado de ellas.
Dejamos
las tiendas para adentrarnos en la zona de vinos para tomar el
aperitivo, fuimos al canalla tomamos un blanco y un pincho de cecina.
Nos encontramos con Laura una amiga suya de Santander que hacia casi un
año que no se veían, así que decidimos tomar otra consumición pero
cambiando de garito, así que nos fuimos al Nairobi que está cerca, nos
dieron de tapa unos patatas con chorizo que estaban buenísimas, yo pensé
si seguimos así yo no como. Por fin decidieron que era hora de ir a
come, entre pitos y flautas eran las tres de la tarde.
Laura
decidió quedarse a comer con nosotras, pensamos, donde podríamos ir,
dudábamos entre la Villa de Santillana o el Canalla, que lo han abierto
no hace mucho, al final nos decidimos por el último, estaba completito, y
tuvimos que esperar un cuarto de hora más. El menú de lunes a viernes
cuesta menos de 15 euros y el fin de semana un poco más, al final nos
decidimos comer a la carta, y cuando lo habíamos pedido, Laura nos dijo
que nos invitaba ella, Hacia una semana se había separado de su marido, y
no había tenido con quien celebrarlo. Nos dijo: no preguntéis pero he
dado un gran paso y hace mucho que lo tenia que haber hecho, ahora sufro
las consecuencias de rechazo de amigos que se han divido, pero yo sigo
adelante, mi familia por supuesto se han volcado conmigo y los que eran
mis amigos de siempre también están de mi lado. Comimos bien terminamos a
las cinco y cuarto y cuando nos íbamos a levantar; la camarera vino con
una botella de cava, Mi amiga Marga la había pedido, salimos casi a las
siete, ya que el cava fue acompañado por un surtido de dulces.
Al
final solo fuimos a un par de tiendas, y no encontraron nada, pero
hemos quedado para la próxima semana hacer más o menos la misma turné,
pero esta vez dijo Marga que invitaba ella.
A
las nueve menos cuarto nos despedimos hasta la próxima semana. Cuando
llegué a casa mis dos hijos estaban enfurruscados, pues al no verme
cuando llegaron a eso de las seis, me llamaron varias veces al teléfono,
y yo nada, que no se lo cogía, estaban preocupados. Lo que hay que oír,
ellos vienen cuando les vine bien y unas veces llaman y otras no, con
la diferencia que lo suelen hacer por la noche en fines de semana, en
fin vivir para oír ver. ¡Estos hijos!
A.R.G.
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