Ojos verdes cuento por Gustavo adolfo Becquer
Argumento
Íñigo es un viejo jefe de un grupo de cazadores que se encuentra muy
molesto porque lograron herir a un ciervo, pero este se escapó y él lo
quería para ser cazado. Entonces llega Fernando de Argensola, el joven
rey, quien lo regaña bruscamente por haber perdido la presa. Vieron los
cazadores entonces, que el cervatillo había huido hacia un lugar
conocido como “la fuente de los Álamos”, donde según se dice, habita un
espíritu del mal. Iñigo le advierte que con el diablo uno no se puede
hacer el valiente y agrega “presa que se refugia en esa fuente
misteriosa, presa perdida”. Aun así Fernando decidió ir tras su presa.
Días después, Iñigo va a visitar a su amigo Fernando y le dice que lo
encuentra distinto, siempre meditabundo. Entonces Fernando le confiesa
que él sí fue a La Fuente de los Álamos” y le describe como es el lugar,
dice que es un hermosa fuente que brota escondida entre una peña, que
allí hay mucho silencio y solo se escuchan los murmullos de la soledad y
las voces de los espíritus de la naturaleza; además le dice que logro
ver unos hermosos ojos verdes entre el rocío de aquel hermoso y calmado
lugar, unos ojos verdes pertenecientes a la mujer más bella de este
planeta y que además él se había enamorado de aquellos ojos; que en un
comienzo le parecieron ser gotas de agua de la fuente, por lo
irrealmente bellos que se veían, pero que ahora hasta ha hablado ya
varias veces con la mujer de esos hermosos ojos tal como estaba hablando
con Íñigo ahora. Entonces Iñigo le advirtió muerto de terror y asombro
que esa mujer era en realidad un demonio que quería apoderarse de su
alma. Pero Fernando le responde totalmente obsesionado: ¿Sabes tú lo que
más amo en este mundo? ¿Sabes tú por qué daría yo el amor de mi padre,
los besos de la que me dio la vida, y todo el cariño que puedan atesorar
todas las mujeres de la tierra? Por una mirada, por una sola mirada de
esos ojos... ¡Cómo podré yo dejar de buscarlos! A lo que Iñigo respondió
muy triste y con resignación “¡Cúmplase la voluntad del cielo!”
Después, en el último capítulo de esta leyenda, se ve cómo Fernando se
declara a la mujer quien se encuentra parada en una roca muy alta cuyo
borde daba al precipicio del lago. Fernando después de declarársele
espera una respuesta suya, pero esta solo lanza un suspiro y el siente
burlada sus esperanzas de amor y le dice nuevamente a manera de
advertencia: “oh, no querrás que de crédito a lo que me han dicho de ti,
si realmente eres una mujer” A lo que ella le respondió “O un demonio,
¿y si lo fuera?”, y el, casi demente y loco y en un arrebato de su amor
le respondió que sí, que si ella fuese un demonio, igual la amaría
siempre y en la eternidad. A lo que ella le confesó que vivía en el
fondo de un lago y que era en realidad un espíritu, le ofreció además un
beso y Fernando enloqueció por eso, que era lo que siempre deseó. Como
estaban parados en esa roca, ella se fue suspendiendo en el aire sin y
yéndose hacia atrás provocó que Fernando se fuera acercando cada vez más
al precipicio, hasta que cayó. Cayó al agua y su cuerpo se evaporó y se
convirtió en un espíritu incorpóreo que habitaría de ahora en adelante
en aquel lago que pertenecía a La Fuente de los Álamos, que era en
realidad, el infierno.
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