MIS AMIGOS LOS MAYORES QUE NO VIEJOS
COMIDA CON MARCELINO EN SU Pueblo
Ayer me vinieron a buscar Tolo su mujer y Francisco con la suya. Eran las nueve en
punto, tomamos la carretera de solares para coger una bifurcación y así llegar
al pueblo de Marcelino, tardamos tres cuartos de hora.
El pueblo estaba en fiestas, y aunque es de interior se celebra la
Virgen del Carmen, todo el pueblo estaba engalanado de banderitas de todos los
colores, así mismo los balcones lucían la Enseña Nacional, además también
estaba adornadas todas las casa de bonitos geranios y un sin fin de variadas
flores.
Este pueblo es grande, en invierno viven unas diez mil personas,
pero en verano se triplica.
Fuimos directos a casa de Marcelino, donde nos esperaban la casa
era un hervidero de gente, entre hermanos, sobrinos y primos había unas veinte
personas, todas alrededor de una mesa , llena de viandas, picamos de todo un
poco, mientras llegaba la hora de la misa mayor que era a las once. La iglesia y el porche estaban a reventar,
como nos entretuvimos un poco de más, no pudimos entrar, a las doce en punto la
imagen de la patrona del pueblo salió del recinto, allí la esperaban los
picayos, que la bailaron y cantaron, luego recorrió las principales calles del
pueblo, para a continuación tomar rumbo a su ermita, en lo alto del Picote,
rodeada de robles y hayas, y protegida por este, llegamos a la una y cuarto,
Luego a deambular por el pueblo tomando blancos, aquí y allá´, y
saludando a aquellos que solo vienen al pueblo para la fiesta, es el rencuentro
cada año de viejos amigos de infancia.
Nos fuimos a comer, todo estaba riquísimo, comimos demasiado a las
cinco y media terminamos la opípara comida, y de ahí con la panzuca llena a la
bolera, a ver el concurso de la patrona,
lo ganó Benito hizo en total 328 bolos, trece más que el segundo,
A las diez salimos de la bolera, los que no fueron a esta,
estuvieron viendo el arrastre de parejas de bueyes, así como el tiro de soga, carrera de bicicletas, el circuito era
alrededor del pueblo, ganado un chaval de Reinosa, también hubo carrera de
burros, salieron solo diez, pues a penas quedan, pero había dos preciosos,
desfile de vacas ricamente ataviadas, ganó un de Selaya. Y otras cosas más,.
A las once empezó la verbena amenizada por un grupo joven del
pueblo de al lado, duró hasta las tres de la mañana, aún había alguna caseta
abierta, así que tomamos la arrancadera, y nos fuimos para casa. Yo me quedé en
casa del hermano de Tolo.
Al día siguiente nos levantamos a las once, y ya puestos nos
quedamos todo el día, regrasamos a casa a eso de las diez de la noche, estaba
cansada, pero mereció la pena.
Conocí a un montón de gente, super amables, me han invitado a otra
fiesta que es octubre, seguro que iré, mientras tanto tengo que ir visitando
los pueblos del resto de mis amigos, ya os contaré
A.R.G.