Entorno de playas en Cantabria España

¿QUE HARIAMOS SIN NUESTRAS PLAYAS?

            Nuestra tierra está salpicada de bonitas playas, cada una con sus características, unas agrestes salvajes y escondidas de difil acceso, otras céntricas y masificadas.

        

         En ellas encuentras paisajes inolvidables, zonas para el recreo, el deporte, el descanso, los paseos por sus orillas con una arena fina que te invitan a soñar, acantilados que emergen de las profundidades hacia el cielo como si de una sirena se tratara. Las dunas que pueblan cada una de la mayoría de nuestras playas jugando un importante papel en el ecosistema,

Playas en las que el mar bate con furia desatada ofreciendo un espectáculo inigualable.

         Entre los deportes practicables, además del senderismo entre praderas y costa, se puede practicar el remo, la pesca, tanto con caña como submarina, pasear en barco por las distintas ensenadas y bahía.

         Todas las playas pertenecen a un pueblo y en estos hay todo tipo de arquitectura tanto civil, como religiosa, con verdadera obras de arte, que ni los embates del mar ni el tiempo las ha hecho sucumbir.Así mismo hay museos, bibliotecas, cuevas, fiestas durante todo la época estival, en la que se pueden ver el folclores autóctono, conciertos, juegos, mercados medievales y multitud de actividades que hacen de los días y las noches sean durante un tiempo una fantasía.

         Además cuentan estas zonas, con una buena gastronomía, disfrutándolo en una de las innumerables terrazas que hay diseminadas por toda la franja costera. Haciendo un alto para disfrutar de una buena, rica, y variada cena que ofrecen los restaurantes y chiringuitos.

Después de unas merecidas vacaciones en la playa disfrutando del entorno y gastronomía, volvemos a casa con otra mirada y el ánimo por las nubes ¡en verdad lo hemos pasado bien!

Aurora Rodríguez.

ADIVINANZAS

Soy un señor encumbrado, ando mejor que un reloj, me levanto muy temprano y me acuesto a la oración

Blanco fue mi nacimiento, verde mi niñez, encarnada, mi hermosura, y negra mi vejez.

Una vieja enredadera tiene un hijo enredador una nieta muy hermosa, y un biznieto matador 

El sol.

La mora

La parra                                                                                A.R.G